El nombre de “Parangaricutiro” es un término purépecha que significa “el pequeño” o “mesa” por encontrarse en una meseta.
En 1570 llegaron a San Juan Parangaricutiro los frailes agustinos provenientes del convento de Jacona.
Para los años 1940, el templo funcionaba como un importante santuario que atraía numerosas peregrinaciones de diversas partes del país.
Mientras tanto a los habitantes de la extinta población se les otorgaron terrenos en una zona cercana a la ciudad de Uruapan, donde se fundó un nuevo pueblo al que llamaron Nuevo San Juan Parangaricutirimícuaro constituyéndose además en cabecera del municipio del mismo nombre en 1950.
En la parte posterior del templo quedó en pie el retablo de piedra del altar mayor, ya que la lava no alcanzó a destruirlo, quedando separado de este por unos cuantos metros.
Algunos pobladores han considerado esto un milagro relacionado al “Señor de los Milagros” que ahí tenía su morada por lo que han colocado arreglos florales en señal de devoción.
En su exterior la fachada principal estaba compuesta por dos cuerpos o niveles, además de tener un diseño tripartita.
En el segundo nivel se encuentran en hilera tres grandes arcos de medio punto también alternados por columnas dóricas, el arco de en medio servía como ventanal que iluminaba la nave central.
El tercer cuerpo de la torre presenta diseño idéntico al anterior, estando un poco más reducido en sus proporciones.
Actualmente del templo solo quedan algunos elementos en pie, entre los que se encuentran el segundo cuerpo de la fachada principal y la torre del campanario, ya que el primero cuerpo se encuentra sepultado por la lava.