[1] La imagen aún conserva las manchas de sangre sobre su rostro,[3] Ese episodio aumentó la devoción de lugareños y visitantes.
[2] El templo, ubicado a más de 100 metros de altura sobre el nivel del mar, estuvo en emergencia en el 2010.
En ese entonces, la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR) prohibió la realización de misas en la parte alta y se ubicaron cintas naranja y amarilla que cerraban el paso.
Según técnicos, la lluvias fuertes de ese invierno provocaron severos daños.
El sacerdote Helmut Nagorziansky, rector de la Unidad Educativa Santa María del Fiat que tiene a cargo la administración de la casa de oración, ha liderado varios trabajos para salvaguardar la estructura.,[4]