Llegó a Vélez en el año 2012, donde siguió su carrera en las divisiones inferiores y en la reserva.
Es un delantero con un gran estilo de juego y excelente pegada.
En dicho encuentro, logra convertir su primer gol, de tiro libre, a los 45 minutos del segundo tiempo, lanzando un remate pinchado que nadie consigue desviar y haciéndolo inalcanzable para el arquero Enrique Bologna, significando la victoria de su equipo por 2-1.
El 10 de abril de 2016, durante un partido correspondiente a la 10° fecha, marcó su segundo gol frente a Rosario Central, lo que significaba el empate transitorio por 1-1, el cual no fue uno más, sino que fue el gol número 90.000 que se marcó en los torneos de primera división desde que se instauró el profesionalismo en el fútbol argentino, en 1931.
Tras rescindir su contrato con el conjunto de Liniers debido a que el técnico Omar De Felippe no le dio continuidad, estampa su firma en Flandria para afrontar la B Nacional.