Santa Teresa de Jesús (Gregorio Fernández)

[2]​ Situada junto al altar mayor, al lado de la epístola, esta capilla albergaba la imagen de la santa en un elaborado retablo, estando a su vez la capilla pintada en tonos dorados.

La imagen aparece portando una pluma en la mano derecha y un libro abierto en la izquierda.

[4]​ Con carnaciones a pulimento en rostro y manos, predominan en la imagen los tonos planos, en los que destacan las cenefas con simulaciones de incrustaciones engastadas en oro las cuales sobresalen por el hecho de cruzar el manto, el cual queda suspendido bajo el libro, percibiéndose así mismo pliegues similares en la caída del velo por la parte posterior,[4]​ donde se aprecia también la caída de la capa.

Esta particular disposición del manto en el lado izquierdo ayuda a reflejar la sorpresa del éxtasis, ya que la santa aparece soltando tanto el manto como el libro, lo que provoca la ruptura de la simetría de la obra al tiempo que dota a esta de mayor movimiento.

Por otro lado, el rostro posee gran viveza en parte debido a que los ojos son de cristal, característica habitual en la escultura barroca.