Es considerada santa por la Iglesia Católica, y su culto se celebra el 4 de septiembre,[3] y 15 de julio en su región natal, fecha en que se le atribuye un portento en la ciudad.
[3] Santa Rosalía vivió en soledad, pobreza y penitencia rezando a Dios.
[4] El culto a Santa Rosalía, promovido por los benedictinos, se difunde por el mundo como protectora contra enfermedades infecciosas, la peste, y para recibir auxilio y protección en momentos difíciles, así como para encontrar fuerzas cuando se necesita superar dificultades.
Sus presuntos restos fueron encontrados en 1624 (siglos después de su muerte) en una cueva por un cazador que dijo haber sido guiado por la propia santa a tal hallazgo.
[5] Las autoridades eclesiásticas locales, tras aquello intentaron desprestigiar a Buckland al no pertenecer a la religión católica y desde entonces los restos son conservados en un cofre a salvo de las miradas de los peregrinos, lo que no evita que cada año el cofre con los restos sea llevado en procesión por todo el pueblo.