Sant Aniol d'Aguja

El santuario de Sant Aniol d'Aguja, vigente ya al antiguo monasterio, se fundamentaba en la tradición del establecimiento de santo Aniol en este lugar, procedente del Vallespir, para hacer penitencia.

Actualmente, los peregrinos han sido sustituidos por los excursionistas, atraídos por la espectacular belleza natural del valle y sus pozas de agua cristalina.

Tiene un ábside semicircular, decorado con lesena y arcos ciegos típicos del románico lombardo.

Hasta 1936 había un anexo tardío en la parte delantera, con cubierta y envigado de madera, que se hundió.

Este espacio forma ahora un pequeño patio, al cual se accede por una escalinata de piedra.