Refiriéndose al significado, los malacatl o temalacatl son unas redondas piedras de estructura cuarzosa arenisca, que utilizaban los indígenas, para dos usos; el primero era para hilar o torcer algodón, con el cual tejían algunas telas que utilizaban para su indumentaria y el segundo, eran en un combate gladiatorio ceremonial.
En pequeña escala se cultivan el fríjol y el trigo, este último con fines comerciales.
Con este material las mujeres fabrican petates que truecan por maíz u otros artículos, o bien que venden a los acaparadores locales a un precio inferior al comercial.
Y en estos años emigran a lugares muy distantes en busca del llamado Sueño Americano o se alejan definitivamente de sus comunidades.
Desde la época prehispánica el pueblo Popoloca ha habitado las tierras de Temalacayuca, el dialecto Ngiwa se volvió parte de la cultura de la comunidad, durante el virreinato y la Independencia, los nativos podían aprender en su dialecto y usarlo con total libertad, aunque fue después de este hecho que la población como la de todo el país se vio obligada a aprender español, junto con el poco apoyo del gobierno mexicano a los indígenas el Popoloca se ha vuelto un dialecto casi extinto.
Cabe aclarar que a medida que la globalización y la modernidad han llegado nuevas modas y costumbres a la comunidad, por lo cual desafortunadamente muchas personas ven con malos ojos la práctica de las costumbres o simplemente no le encuentran interés.