San Honesto fue un predicador cristiano del siglo III, presbítero de Nimes.
En algunas fuentes hagiográficas y santorales figura como San Honesto de Pamplona.
Cuando éste llegó, convirtió al senador romano Firmo y a su esposa, entre otros ciudadanos, además de los senadores Fortunato y Faustino (probablemente otros ciudadanos romanos de la zona, puede ser que vinculados familiarmente con Firmus)[3] y unos miles de vecinos (entre diez mil y cuarenta mil según diversas fuentes),[cita requerida][5] entre los cuales se encontraba el hijo del senador, Fermín de Amiens.
De hecho Pompelon no reunió un número significativo de fieles como para tener obispado y Honesto siguió actuando a la zona más como un predicador que como un dirigente espiritual local.
[cita requerida] Según algunas fuentes, Honesto marchó, ya anciano, a Tolosa, donde murió pacíficamente; otras fuentes dicen que Honesto fue martirizado en Pamplona durante la persecución de Aureliano, hacia 270.