Hallvard

La mujer era perseguida por tres hombres que, acusándola de robo, iban a matarla.

Para ocultar su crimen, ataron el cuerpo del joven a una rueda de molino y lo lanzaron al fiordo.

Los amigos de Hallvard buscaron su cuerpo y una vez que lo hallaron, lo sacaron del agua con ayuda de unas ramas secas, y le realizaron un suntuoso funeral en su localidad natal.

Como había muerto por defender a una mujer inocente, fue juzgado por la gente como un mártir[1]​ .

Su imagen se representa con flechas en una mano y en la otra una piedra de molino.