San Eustaquio es un pintura al óleo sobre tabla (86,5 cm x 32,5 cm) de Lucas Cranach el Viejo, datada aproximadamente en 1515 y conservada en el Museo Liechtenstein de Viena.
San Eustaquio se representa generalmente como un caballero que durante una cacería, según la leyenda contempló un crucifijo entre los cuernos de un ciervo que iba a abatir, decidiendo convertirse al Cristianismo.
El caballo y los perros de caza, que se disponen en poses sinuosas, elegantemente trazadas en una línea de contorno que dibuja curvas elegantes, remiten a la tradición tardogótica, nunca del todo abandonada en Alemania.
Efectivo es el recurso de hacer resaltar el hocico y cornamenta del animal contra el cielo azul, en un vivo contraste visual.
A la izquierda en cambio se despliega un amplio paisaje, motivo típico de los pintores de la escuela danubiana, realizado de manera evocadora y vibrante, que llega a robar la escena a los protagonistas.