San Cibrián (Puebla de Lillo)

Parece ser que su nombre deriva de un antiguo monasterio o iglesia que existió en la Alta Edad Media bajo la advocación del obispo San Cipriano (San Cibrián), y que estaba situado bajo las montañas (sub montia = Somoza).

No es raro ver rebecos en sus montes, cuyos berridos pueden oírse en la época de celo en todo el pueblo.

Tampoco es difícil ver algún zorro cazando musarañas en las lindes del casco urbano.

Encontrarse cigüeñas, lechuzas y aguiluchos es frecuente, pues la poca actividad del pueblo les invita a posarse en sus árboles y tejados.

Nunca tuvo muchos habitantes (tan sólo hay 10 viviendas), pero la emigración convirtió el pueblo en casi un despoblado con pocos habitantes durante los fríos meses de invierno y sólo recupera alguna actividad en el verano y los fines de semana.

A otros no les quedó más remedio que probar suerte en Chile o Argentina.

Hasta principios del siglo XX existió junto al río que baja de Solle un molino harinero cuyas ruedas, solera y volandera, pueden verse hoy en día en un prado junto al puente.

Zona recreativa
Panorámica de San Cibrián y el Susarón
Panorámica San Cibrian
Primeras nevadas
Piedras molino
Iglesia