San Andrés y san Francisco es una obra del Greco, realizada entre 1595 y 1598 durante su segundo período toledano.
Ambas figuras, san Andrés Apóstol con su aspa y san Francisco de Asís con su hábito, se encuentran en primer plano y en un espacio muy reducido.
Ambas figuras son alargadas y estilizadas, donde las telas parecen cobijar los cuerpos planos y descarnados de los santos.
Los colores son muy nítidos e intensos.
También destacan las manos, pergeñadas con un estilo muy personal.