Algunos de ellos, por ejemplo, era una propiedad en Ratisbona[3] y otra en Villach, en su natal Carintia, que comprendía un castillo de la corte, y que fue transformado por él, en una iglesia,[3] que sigue en pie hasta hoy.
[3] Sin embargo, en el 991, trasladó su sede episcopal a Brixen (actual Bresanona), argumentando mayor cercanía a la diócesis que debía regir[3] Así se convirtió en el último obispo de Sabonia, y en el primero de Bresanona.
Fue sucedido por Adalberto.Es venerado como santo desde el siglo IX[2] y se le considera junto al primer obispo de Sabonia, Ingenuino, patrón de la ciudad y diócesis de Bolzano - Bresanona.
[3] A ambos se les conmemora el 5 de febrero.
[3] Se le representa junto a Ingenuino, con mitra y báculo, sosteniendo un libro rojo.