Salvador Montes de Oca

Una anécdota lo tiene visitando estudiantes presos en el Castillo Libertador de Puerto Cabello, y recogiéndolos en su automóvil cuando fueron liberados.

Oficialmente, se había suicidado colgándose de las trenzas de sus zapatos, pero cuando se entregó el cadáver a la familia, la gobernación ordenó que nadie abriese la urna, y a tal fin la puso en guardia permanente.

Monseñor Montes de Oca, ordenó los preparativos para enterrarlo y al saberlo el Gobierno, le comunicaron que por tratarse de un suicida la Iglesia no podía rendirle entierro cristiano.

Reunido con el Gabinete, se consideró una petición del Arzobispo de Caracas y se dispuso levantar la expulsión, como anota el acta del Consejo de Ministros, y el mismo Presidente emitió un Decreto en el que se suspendió el destierro sin exigir Montes de Oca retractación alguna.

Entre los fusilados hubo 12 monjes, incluyendo al prelado Martino Binz, el procurador Gabriele Maria Costa y Montes de Oca.

[12]​ En Valencia existen varias calles bautizadas en honor al obispo, incluyendo la Avenida Montes de Oca y el monumento a Monseñor Montes de Oca, colocado en la plaza homónima.

En este grupo escultórico en mármol y bronce, aparece el prelado con la mano derecha en alto sosteniendo una cruz y la mano izquierda sobre una media columna, con dos detalles de carácter monumental a ambos lados.

Fue mandado a erigir por la valenciana Ana Cecilia Branger Párraga, es de autor desconocido y no tiene fecha.

Cartuja de Farneta