Se trata de una salsa emulsificada que posee un color rojo debido al empleo de tomates.
La salsa es denominada así en honor del cocinero Alexandre Étienne Choron (1837–1924) y se emplea frecuentemente en platos de pescado.
[2] La naturaleza dulce de los tomates maduros interacciona muy bien con el vinagre y el estragón de la salsa bearnesa.
[1] Debido a que las salsas emulsificadas con huevo no pueden ser re-calentadas la salsa de tomate debe ser añadida caliente.
[3] Se suele servir con huevos escalfados, pescado a la parrilla.