Estoy aquí para excavar"[1]Poco después, Sally se mudó a Los Ángeles y comenzó a dar clases en la Universidad de California junto con su marido de entonces, Lewis Binford, donde tuvo varios estudiantes, como Michael Schiffer.
También se utilizaban nuevas tecnologías como medio de aproximación al estudio arqueológico.
[8] Sin embargo, en 1969 dejó la arqueología y al mismo tiempo a Lewis Binford, de quien años más tarde diría que tuvo malos comportamientos hacia ella por ser mujer.
A lo largo de los años publicó varios artículos en clave feminista sobre antropología y política actual.
[10] En enero de 1994, a la edad de 69 años, Sally se suicidó para evitar ser una persona dependiente y débil, en un acto que ya había planeado desde que tenía 50 años.
Antes de suicidarse junto con su mascota, envió cartas a sus seres queridos y dejó su casa completamente ordenada.