La localidad está bañada por las aguas del río Omecillo.
[1] Por las inmediaciones discurre también el arroyo de la Muera, de cuyo cauce se extrae la sal.
Existe abundante documentación del mismo y sus heredades salineras conservadas en el Archivo del Territorio Histórico de Álava hasta finales del siglo XIX.
Fue utilizado como hospital para soldados en la última carlistada.
Seguía activo en 1924, según se desprende de una solicitud para el puesto de hospitalero y todavía hoy los vecinos nos informan de haber conocido cómo se acogían pobres en la parte baja de la casa, que se utilizaba como cuadra.