Sala de conciertos

El término se suele aplicar habitualmente a espacios con capacidad suficiente para albergar una gran orquesta sinfónica, acompañada o no de un coro, y a la cantidad de público que suele asistir a este tipo de eventos culturales.

Las grandes salas de conciertos nacieron en Europa a inicios del siglo XIX, acompañando al desarrollo de la música escrita para formaciones orquestales cada vez mayores, y al del concierto como acto social, abierto para el público en general, en lugar de reservarse a círculos reducidos, patrocinados por la realeza, la aristocracia o la burguesía.

Las primeras salas de conciertos centroeuropeas se construyeron en planta rectangular, con el escenario para la orquesta situado en uno de los extremos, y el público sentado, encarado hacia ella.

El modelo europeo parte de la construcción de la Altes Gewandhaus en Leipzig (1780), en la que se remodeló una sala preexistente en un edificio público.

Las construcciones expresamente diseñadas para este fin comenzaron con el Schauspielhaus de Berlín (1821) (hoy reconstruido como Konzerthaus).