Quizá, prosigue Ohanian (1996, p. 64), su origen se remonta a las emisiones de radio y televisión.
Según Ohanian (1996), una sala on-line necesitaba por lo menos los siguientes equipos: Ohanian (1996, p. 64) concluía que un equipamiento así podía costar entre 500 000 y un millón de dólares.
Pero de dicho montante la totalidad no se invertía en los equipos.
Para lograr esto era necesario tener sincronizados y conectados todos los magnetoscopios con la sala de edición.
Pese a todo, estos valores son orientativos, pues algunas máquinas dedicadas podían costar esa cantidad o más, caso del generador de efectos digitales Quantel Paintbox.