Se elabora con una mezcla de sal y semillas de apio trituradas (en ciertas ocasiones se le añade también ajo seco molido).
Se emplea en esta sal el apio debido al fuerte olor que despide tanto la semilla como la planta.
Se aconseja si fuera posible, elaborar la sal de apio en el justo momento del empleo, ya que tiende a volverse rancia con bastante facilidad, perdiendo sus propiedades de olor y sabor.
La sal de apio se emplea para sazonar sopas (es, por ejemplo, un ingrediente sazonador de la Vichyssoise) y ensaladas, se emplea para aromatizar de forma efectiva los platos a apio.
Es empleada ocasionalmente como sazonador de algunos cocktails con frutas u hortalizas.