[1][2] Recibe su nombre por la isla en la que se halla.
Originalmente el nombre que se le puso a la isla fue Liana, que posteriormente por sus importantes salinas fue cambiado a Sal.
Por su proximidad al continente africano, la isla es vulnerable a los vientos calientes y secos del desierto que transporta la arena del Sáhara.
Consta que antes de la llegada de Diogo Gomes y Antonio Noli en 1460, la isla ya era conocida por los árabes debido a sus ricas salinas.
Con el objetivo de constituir un punto de escala para los vuelos con destino a América del Sur, en 1939 fue construido por los italianos el Aeropuerto Internacional Amílcar Cabral, que hasta el año 2005 era la única entrada por avión al país.