La locución nominal saber hacer (en inglés, know how, y en francés, savoir faire, forma conocida internacionalmente),[1][2][3] como parte del conocimiento procedimental, hace referencia al saber práctico que se obtiene al convertirse una persona o empresa en el objeto de una acción.
Las franquicias generalmente son concedidas por empresas con experiencia en un sector, casi siempre los negocios, a personas que saben poco del tema, lo que supone en un patrimonio de muchos años de madurez y una ventaja comparativa muy valiosa frente a la competencia.
[2] La locución nominal saber hacer, o el anglicismo know-how, puede ser reemplazada por varios términos equivalentes: pericia, destrezas, habilidades, dotes, alto nivel de conocimiento, alto nivel de experiencia, experiencia, conocimiento o palabras que al igual que saber hacer significan «saber cómo hacer algo pronto y bien hecho».
[7] Cuando se aplica a una organización se dice que es la experiencia con que esta cuenta para desarrollar sus actividades, ya sean productivas, administrativas, financieras, comerciales o de control.
[8] El saber hacer en una empresa, a partir de la era industrial, se ha convertido en un valioso activo intangible, el cual incluye la forma más adecuada de mezclar componentes, los equipos utilizados, el personal que sabe realizar las tareas, etc.