Eugenio Jofra, un joven joyero, conoce a Conchita Alcaide y el flechazo es instantáneo.
[2] Trueba aconsejó a Verdaguer que no se obsesionara con personificar a Eugenio, diciéndole que él no era [el imitador popular] Carlos Latre, sino principalmente por dominar la energía [de Eugenio].
[4] Carolina Yuste trabajó durante tres meses con un entrenador de dicción para mejorar sus habilidades en lengua catalana.
[6] La película fue fotografiada por Sergi Vilanova y contó con la música de Andrea Motis.
[8] Raquel Hernández Luján, de HobbyConsolas, valoró la película con 85 puntos ('muy buena'), destacando el guion, la ambientación y una "magistral" Carolina Yuste.