Fue utilizado en el comercio de las rutas entre Hamburgo y Suecia hasta la Primera Guerra Mundial.
Sin embargo, cuando la tripulación regresó el barco se había liberado de los hielos.
[1] El barco fue visto nuevamente el 8 de octubre, esta vez más al fondo.
Sin embargo, días más tarde un cazador esquimal refirió haber visto al carguero a unos 72 kilómetros de allí.
[4] Inesperadamente, el Baychimo no se hundió, y en las siguientes décadas fue avistado a la deriva en numerosas ocasiones.