SMART-1

Los impulsores usan un campo electrostático para proyectar iones de xenón a alta velocidad.

La trayectoria particular tomada por la SMART-1 hacia la Luna requirió empuje durante un tercio a la mitad de cada órbita.

Las pruebas de la nave fueron dirigidas por la SSC y ejecutadas por Saab Space.

Hasta la SMART-1 la única sonda en usar este sistema iónico ha sido la Deep Space 1 de la NASA, en 1998.

La SMART-1 también tenía el objetivo de probar instrumentación miniaturizada que se espera sea más eficiente.

Sin embargo, la tradicionalmente pobre cobertura pública que la ESA hace de sus misiones espaciales (haciendo públicas, muy lentamente, solo unas decenas de las fotografías que capta) en comparación con la NASA, ha impedido tener más noticias sobre este asunto.

Al momento del impacto la luna era visible en América, el Océano Pacífico, pero no desde Europa, África o Asia.