Realizó este estudio sobre 57 familias residentes en New Castle County, Delaware, Estados Unidos.
Los argumentos de Suzanne Steinmetz han sido apoyados y criticados total o parcialmente por numerosos investigadores;[5][3][6][7] ello no solo ha llevado a que algunos utilicen el apelativo de «mito del síndrome del esposo golpeado»,[8] sino que ha incitado el debate sobre la simetría de género.
Estas analogías son consideradas inapropiadas por David Finkelhor porque dejan fuera el contexto de las situaciones de violencia familiar y no distinguen la naturaleza del abuso y el maltrato.
[14] En 1986, Martin D. Schwartz ya había cuestionado el estudio de Suzanne Steinmetz al presentar los resultados preliminares de una investigación en la Academy of Criminal Justice Sciences.
Además descubrió que los varones llamaban inmediatamente a la policía si eran atacados por sus esposas mientras que las mujeres golpeadas rara vez lo hacían, y si lo hacían era cuando ya su vida o la de sus hijos corría riesgo.
Juan Carlos Ramírez Rodríguez cree que, dado que el modelo aceptado socialmente de la feminidad es la sumisión, la pasividad y la abnegación, cualquier conducta que escape al estereotipo será percibido de forma exagerada como anormal o violento.
[17] En 1977, Murray Straus, quien en 1980 publica con Suzanne Steinmetz, presentó un estudio realizado en 1975 sobre una muestra de 2.143 parejas casadas y no casadas, en el cual sostenía que las mujeres cometen 3.0 ataques al año en promedio comparado con los 2.5 ataques de varones.