Trasíbulo condujo al hombre enviado por Periandro fuera de la ciudad, y lo llevó a un campo sembrado.
Mientras caminaba entre el trigo, preguntando constantemente por qué el mensajero había ido a verlo a él desde Cípselo, iba cortando los brotes más altos de trigo que veía a su paso, y los arrojaba al camino, hasta que hubo destruido la mejor y más rica parte de su sembrado.
Luego, regresó a su morada y sin una palabra de consejo, despidió al heraldo.
Sin embargo, Periandro, comprendió lo acontecido, e interpretó que Trasíbulo le había aconsejado cortar a aquellos ciudadanos que tenían habilidades o influencias fuera de lo común; por lo que comenzó a tratar a sus ciudadanos de una forma desconsiderada y malvada.Aristóteles utiliza la historia de Heródoto en su Política, (Libro 5, Capítulo 10) al referirse al consejo de Trasíbulo de Mileto a Periandro en el sentido de "eliminar los tallos más altos, sugiriendo, que era preciso eliminar a los ciudadanos más eminentes".
En lugar de darle una respuesta hablada al mensajero, Tarquino fue al jardín, tomó un palo, y lo pasó simbólicamente por el jardín, cortando los extremos de las amapolas más altas que crecían allí.