Quien padece este síndrome difícilmente se reconoce a sí mismo en esta situación.
Ejemplos del Síndrome de Wendy serían el padre de familia que prácticamente le hace la tarea al hijo, le despierta todas las mañanas para que no llegue tarde a la escuela, le ayuda en todos sus proyectos, busca hacerle siempre la vida fácil; también el ama de casa que asume todas las responsabilidades en el hogar para que el marido y los hijos no tengan que hacerlo; o un miembro de una pareja que asume todos los deberes y toma las decisiones.
Es frecuente que las personas con este síndrome muestren conductas poco habituales o desconcertantes, por ejemplo no asistir a funerales de familiares cercanos y mentir sobre las posibles causas de defunción del familiar.
Así como iniciar a minipular a los hijos cuando estos están en etapas tempranas de su vida con mecanismos como la parentalidad (Particularmente la parentalidad se refiere a las actividades que realizan el padre y la madre en el proceso de cuidado, socialización, atención y educación de sus hijos e hijas; es un proceso biológico y psicosocial (Bornstein, 1995).
Si no puede estar en esa relación de entrega a otro, se encuentra perdida y siente un gran miedo al rechazo, por lo que todos sus esfuerzos van destinados a obtener la aceptación de los demás.