Séverine, de nombre real Josiane Grizeau, se dedicó a la canción desde niña, ganando pequeños trofeos.
Tras muchas discusiones con sus padres, estos le dieron permiso para pertenecer a un grupo musical llamado Murators.
Pero el éxito internacional de Séverine le llegaría tres años después, en 1971.
Jean Pierre Bourtayre e Yves Dessca compusieron la canción "Un banc, un arbre, une rue".
Tiempo después regresó a Francia, donde en el año 2000 Yvon Chateigner logró convencerla para grabar un disco con todos sus éxitos franceses y otras 22 canciones anteriormente desechadas.