La sátira es un género televisivo y cinematográfico de la categoría ficticia, pseudoficticia o semificticia que emplea técnicas satíricas.
Las obras que utilizan la sátira suelen considerarse de naturaleza controvertida o tabú, con temas que abordan la raza, la clase, el sistema de una sociedad, la violencia, el sexo, la guerra y la política, criticándolos o comentándolos, generalmente bajo el disfraz de otros géneros que incluyen, entre otros, comedias, dramas, parodias, fantasías o ciencia ficción.
La sátira puede, o no,utilizar el humor u otras formas no humorísticas como vehículo artístico para iluminar, explorar y criticar las condiciones sociales, los sistemas de poder[1] («instituciones sociales, políticas, militares, médicas o académicas»[2]), la hipocresía y otras instancias de comportamiento humano.
El director de cine Jonathan Lynn generalmente desaconseja comercializar el propio trabajo como «sátira» porque, según él, «puede reducir sustancialmente las cifras de audiencia y la taquilla» debido a una presunta percepción negativa de la sátira en la industria [estadounidense]:
[4] El clima ideal para una película satírica implica condiciones políticas «bastante libres» o productores independientes con un respaldo financiero «modesto».