[3] Cuando el sadismo tiene carácter predominantemente sexual es una parafilia, y consiste en una forma de obtener excitación y placer sexual causando dolor físico, psicológico, humillación o sometimiento.
El sadismo implica impulsos sexuales y comportamientos que implican actos reales, no simulados, con o sin el consentimiento de la víctima, en los que el sufrimiento psicológico o físico y la humillación del sujeto sometido es lo que genera la excitación sexual.
Los actos sádicos pueden involucrar actividades que indican el dominio sobre la víctima: obligar a arrastrarse, encerrarla en una jaula, inmovilizarla físicamente con cadenas, sogas o esposas, tenerla atada con los ojos vendados, darle una paliza (pegarle, golpearla, azotarla de distintas maneras), pincharla, morderla, quemarla con cigarrillos, aplicarle descargas eléctricas con una picana, violarla, cortarla, intentar estrangularla para dejarla sin respiración sin llegar a matarla, torturarla de muchas maneras, mutilarla.
[4] La persona que ejerce el sadismo puede violar o no a la víctima.
En ocasiones el solo acto de la violación implica sadismo sexual.