La ruta del Cabo (en portugués: rota do Cabo) es la vía de navegación marítima entre Occidente y el Oriente que pasa frente al cabo de Buena Esperanza, el extremo meridional de África.
Quién la recorrió por vez primera fue Vasco da Gama, que demostró que era posible llegar a la India por mar, alcanzando a Calicut en 1498.
[1] Las tentativas francesas, como la de Jean Parmentier, que viajó hasta Sumatra en 1529, no amenazaron de forma alguna el monopolio portugués, que sólo comenzó a peligrar en el siglo XVII, cuando los neerlandeses y británicos pasaron de hecho a inspirar recelos.
Los neerlandeses pasaron más tarde a dominar, haciendo la navegación directa desde el cabo de Buena Esperanza hasta el estrecho de la Sonda (hoy Indonesia) y conquistando territorio a los portugueses.
Hasta la apertura del canal de Suez en 1869, que unió la egipcia Port Said, en el mar Mediterráneo, con Suez, en el mar Rojo —permitiendo que los barcos navegasen de Europa a Asia sin tener que contornear África alrededor del cabo de Buena Esperanza— la ruta del Cabo mantuvo un lugar de primera importancia en la economía mundial.