Así, la capacidad para tolerar frío, calor, sequía, o viento, se considera típicamente medidas de rusticidad.
En latitudes templadas, el término se usa más frecuentemente para describir la resistencia al frío, o rusticidad al frío, y generalmente se mide por las temperaturas más bajas que una planta puede soportar.
Las plantas varían mucho en su tolerancia a condiciones de crecimiento.
La rusticidad vegetal se define por su extensión nativa geográfica: longitud, latitud y elevación.
Esos atributos se suelen simplificar definiendo la zona de rusticidad.