La familia Vidaurreta en la segunda mitad del siglo XIX ocupaba un papel relevante en la sociedad motrileña.
Tan importante fue el acontecimiento que los comerciantes acordaron cerrar para formar parte de este evento.
A las diez y media salían tres tranvías, engalanados con adornos y banderas con los colores nacionales en donde se trasladaban hasta El Varadero a los miembros del Ayuntamiento y a representaciones de todos los estamentos de la sociedad motrileña.
Quizás por el hecho que es más conocido Ruperto Vidaurreta fue por convertirse, casi sin querer, en el Primer presidente de lo que los motrileños aún reconocen como República de Motril, tratándose ciertamente de la adhesión al movimiento cantonal iniciado en Granada.
En un primer momento Ruperto Vidaurreta rechazó esta propuesta pero posteriormente tuvo que aceptarla con ciertas condiciones.