La mayoría de delegados del congreso eran mencheviques y socialrevolucionarios, que apoyaban al gobierno provisional y la continuación de la guerra hasta el final.
Por ello el nuevo comandante en jefe bolchevique Nikolái Krylenko y el Comité Militar Revolucionario de la Stavka ordenaron su disolución, alegando que no refleja la voluntad y el estado de ánimo de las masas bolchevizadas.
El comité reconoció el gobierno soviético y aprobó su política.
Tras el contraataque rumano y por las condiciones del Tratado de Brest-Litovsk, las tropas soviéticas hubieron de retirarse ante el avance militar germano-austriaco a Nikoláyev, luego a Rostov del DonRostov-on-Don y Yeisk.
En mayo de 1918 el Rumcherod fue disuelto y su presidente, Yudovsky, se trasladó a Moscú.