Se denomina ruido eléctrico a todas aquellas señales de interferencias, de origen eléctrico, no deseadas y que están unidas a la señal principal, o útil, de manera que la pueden alterar, produciendo efectos que pueden ser más o menos perjudiciales.
Cuando la señal principal es analógica, el ruido será perjudicial en la medida que lo sea su amplitud respecto a la señal principal.
Además, por estos conductores se propagan los parásitos o el ruido producido por otros dispositivos eléctricos o electrónicos.
Existen algunas perturbaciones, como el rayo, que son capaces de actuar desde una gran distancia del lugar que se produce, por ejemplo, al caer sobre una línea de alta tensión.
De todas formas, las perturbaciones más perjudiciales son las que se producen interiormente o muy cerca de la instalación.