Promovió con cierto éxito la creación de la "corriente sindical participacionista", cercana a la dictadura y partidaria del apoliticismo sindical.
Desarrolló una extensa carrera como empleado público dentro del Ministerio de Trabajo, llegando a ocupar diversos cargos.
[2] Durante el gobierno de facto de Juan Carlos Onganía, logró llegar a secretario y,[1] cuando se elevaba la categoría de la Secretaría, a Ministro, gracias al apoyo de los generales del Ejército de la Revolución Argentina, que veían con buenos ojos que un civil experimentado ocupe la titularidad de aquella cartera, dada la desconfianza de las organizaciones gremiales con respecto a dirigentes militares .
[3] Durante su gestión tuvo a su cargo negociar con los sindicatos y la CGT, en medio de la tensa situación por el exilio de Juan Domingo Perón, quien poseía una importante influencia sobre estos.
[1] Logró mantener desunido al sindicalismo durante gran parte de la dictadura y evitar gran cantidad de huelgas.