Obtuvo una licenciatura en Gestión, una maestría en Ciencias y un doctorado en Ingeniería de Sistemas.
[4] También trabajó en el Stanford Research Institute.
Su declaración, parafraseado por Robert X. Cringely, es un adagio de la informática, la cual se ha conocido como la ley de Amara, y declara: Nuestra tendencia es sobrestimar los efectos de una tecnología en el corto plazo y subestimar el efecto en el largo plazo.
[5][6]Se ha dicho que esta ley anima la gente a pensar de los efectos de la tecnología en el largo plazo,[7] y que es una ilustración por el ciclo de sobreexpectación,[8] caracterizado por el «pico de expectativas sobredimensionadas» seguido por el «abismo de desilusión».
[9] Se ha usado esta ley para explicar ciberataques[10] y la nanotecnología.