En las antiguas rosas del jardín, esto es a menudo simplemente el hábito de crecimiento natural.
En los rosales trepadores hay variedades de tres tipos:[2] También se cultivan en tiestos o jardineras profundas para decorar terrazas.
En climas calurosos y secos prosperan y florecen tanto que tienden a tener una vida más corta, sobre todo si no se les permite un descanso en verano.
La poda anual debe de ser ligera y consistir en recortar a 3 o 5 yemas lo que ha crecido en el año, y suprimir por la base todos los brotes que sean débiles o mal formados.
Si han envejecido las ramas principales (dan ya pocas flores) se renuevan sustituyéndolas progresivamente por tallos jóvenes.