Es la segunda serie que la cadena estadounidense produce en Chile, después de Prófugos (2011).
En esa convivencia compartirán casa y sus experiencias afectivas mutuas.
[1][3][7][8] Su trabajo como modelos los une, al igual que su deseo de pasar un buen rato.
A lo largo de los diez episodios, ellas disfrutan del sexo sin límites ni prejuicios.
Siempre están dispuestas a explorar nuevas posibilidades, encontrando su placer en bares, discotecas, interiores, exteriores o en el coche, porque para ellas cualquier lugar es el lugar adecuado para el sexo y la diversión.