Con un corto palmarés en cuanto victorias, Pensec logró puestos de honor en varias pruebas importantes en el panorama internacional.
Durante sus primeros años como profesional fue una joven promesa del ciclismo francés, llegando a ser sexto en el Tour de Francia 1986.
En 1987, fue tercero en el Tour de Romandía y séptimo en la París-Niza.
En 1988, fue segundo en la París-Niza, sexto en el Campeonato del Mundo y séptimo en el Tour de Francia.
En 1992 fue segundo del Tour del Mediterráneo, séptimo en la Dauphiné Libéré y séptimo en la Vuelta al País Vasco.