Desde los primeros entrenamientos, Chocolatito, parecía tener un talento especial, un brillo poco común en los ojos, fue por ello que su padre lo llevó a entrenar con la leyenda nicaragüense Alexis Argüello, quien vio, desde el comienzo, el enorme potencial en su nuevo pupilo y dedicó gran parte de su tiempo a su formación, no sólo física sino espiritual.
González ganó por nocaut técnico en el 9o asalto, en una pelea pactada a 12 asaltos, en Tokio, Japón convirtiéndose en el "segundo nicaragüense tricampeón mundial de boxeo en tres categorías distintas", igualando a su maestro Alexis Argüello.
La decisión fue polémica y muy criticada por los especialistas de boxeo que consideraron fue un despojo para González.
Durante los primeros asaltos la pelea estuvo apretada; sin embargo, González metió el acelerador y comenzó a marcar la diferencia, fue hasta en el octavo asalto y quedando 13 segundos por finalizar que Yafai puso la rodilla en la lona luego de una combinación de golpes pero fue salvado por la campana.
En el noveno asalto en el minuto 2 con 29 segundos Chocolatito logró conectar un golpe de derecha a la mandíbula de Yafai enviándolo a la lona y obtener una victoria por TKO para ganar su quinto título mundial en cuatro divisiones distintas.
Martha Anduray Barberena fue su primera compañera de vida y con quien en 2003 procreó una hija.