Las dos puertas traseras son de tipo suicida (se abren a la inversa).
El logotipo RR en las llantas no es solidario a las ruedas, de manera que, al girar libremente, siempre está en la misma posición.
La plataforma se basa en el Rolls-Royce Phantom sedán, y el diseño ha derivado en gran medida del Rolls Royce 100EX, un prototipo experimental desvelado para celebrar el centenario de la empresa en 2004.
La parte delantera recuerda al 100EX, pero tiene una diferencia crucial en la mitad de la carrocería, en el capó, y en la calandra.
Durante su primer año en el mercado (2007), se vendieron 253 unidades del Drophead Coupé en todo el mundo.
La plataforma se basa en el Rolls-Royce Phantom de 2003, y el diseño deriva en gran medida del prototipo Rolls Royce 100EX.
Conserva en su gran mayoría los rasgos estéticos del modelo original, es pues un sedán de cuatro puertas.
Algunas conclusiones claras eran la poca aceptación de los motores diésel llegaron a la conclusión que sus incondicionales había una tecnología que no estaban dispuestos a aceptar: el diésel.
La utilización más clásica del automóvil de lujo que se hace en Europa, Estados Unidos, Japón y los países de Oriente Medio se suele recorren pocos kilómetros al día en estos automóviles, en cambio, los de los países emergentes, como China, menos afectados por la historia, sí utilizan el automóvil para viajar, y necesitan autonomía y repostajes rápidos.