Durante el día parecen seres humanos normales, pero por la noche adquieren la habilidad de estirar su cuello a grandes longitudes como una serpiente.
También puede cambiar su rostro al de un espantoso oni ("ogro japonés"), para asustar más a los mortales.
En su forma humana durante el día, los rokurokubi suelen vivir desapercibidos y pueden tener incluso cónyuges mortales.
Muchos rokurokubi están tan acostumbrados a llevar una vida normal que hacen lo imposible para guardar su condición sobrenatural en secreto.
Se dice que uno puede ser un rokurokubi sin conocer su propia naturaleza, creyendo ser seres humanos realmente, y solo se transforman en las noches mientras duermen de manera inconsciente, recordando que al dormir veían la habitación u otros lugares en un ángulo extraño; pensando que fue un simple sueño o una proyección astral.