Nacido en Verviers en 1933, desde pequeño muestra interés por la aviación y la mecánica, así como por las novelas de ciencia ficción.
Al final de la Segunda Guerra Mundial decide estudiar artes decorativas e ilustración en el Instituto Saint-Luc de Lieja.
[1] En 1950 conoce por casualidad al dibujante Jacques Martin, quien era vecino de sus padres y trabajaba en la revista Tintín.
[1] Martin le propone trabajar como asistente en la serie Alix, donde se encarga del color y de los fondos del álbum La isla maldita.
[3] Esta obra alterna la ciencia ficción con el misterio, en un universo que ha evolucionado con la tecnología, y destaca por un estilo de dibujo realista, con múltiples detalles y un trazo limpio.