Ya en los Juegos, dio la sorpresa imponiéndose al principal favorito, su compatriota Greg Foster.
Kingdom ganó el oro con 13,20 un nuevo récord olímpico, mientras Foster fue plata con 13,23 y el finlandés Arto Bryggare bronce con 13,40 Ese año también lideró el ranking mundial de la prueba con 13,16 En 1985 ganó su primer título de campeón de Estados Unidos, y volvió a ser líder del ranking mundial con 13,14 A continuación pasó dos años relativamente discretos, donde no bajó de 13,40 y no participó en ninguna gran competición.
En 1990 ganó su cuarto título de campeón nacional y acabó líder del ranking mundial por tercer año consecutivo con 13,21 También ganó en los Goddwill Games de Seattle, la competición internacional más importante del año.
Basaba sus éxitos en su gran fuerza y potencia muscular, lo que le permitía contrarrestar una técnica bastante deficiente en el paso de las vallas.
Era habitual que tirase varias vallas en cada carrera, y aun así ganaba.