Rogelio Díaz Castillo

En 1977 se casa con Sonia Rosa Méndez Cutiño, con quien en la actualidad tiene un hijo y dos nietos.

Creada originalmente para ser cantada entre amigos, en fiestas con guitarras, una serie de coincidencias la llevan a oídos del Jilguero, para entonces ya un cantante icónico de la música campesina, quien ve un gran potencial en la guaracha.

Hoy es muy difícil encontrar un cubano que no conozca esa guaracha.

Los años que siguen son muy dinámicos, la caldosa (la canción y el plato) se convierte en un fenómeno nacional.

Rogelio comienza también a recibir solicitudes de nuevas guarachas, así compone varios números musicales como "Tiburón Ballena" (grupo Los Caribeños), "El chivo de Caisimú" (grupo Caisimú), "El sogón" (conjunto Los Sonoros), "Mi rumba para Santiago" (conjunto Los Sonoros) y otros.