Es en el club Magallanes donde Rodrigo hace las divisiones inferiores y sube al primer equipo profesional, el año 2001.
Para los años posteriores es enviado a clubes del futbol amateur para ganar experiencia, primero en Ferroviarios en 2002, Deportivo Lo Barnechea en 2003 y Curicó Unido en 2004, todos equipos de la, en ese momento, Tercera División de Chile.
Es en este último donde realizó su mejor campaña hasta ese momento, siendo uno de los goleadores del equipo y estando a punto de lograr el ascenso a Primera B.
Ya para la temporada 2005 regresa a Magallanes, que estaba en Primera B y comienza su ruta por el fútbol profesional.
En el elenco carabelero permanece dos temporadas y con buenos registros, para posteriormente volver a Curicó Unido, ahora ya en la segunda categoría del balompié nacional, aunque está vez sin el éxito que tuvo en su anterior paso por dicho club.