Roberto Valle González
Se licenció en 1976 y ese mismo año abrió estudio de arquitectura en Valladolid, ciudad a la que permanecería ligado profesionalmente durante toda su trayectoria.[2] Su obra arquitectónica, desarrollada desde sus primeras obras a mediados de los años setenta, tiene influencias de Álvaro Siza, Alvar Aalto, Sigfried Lewerenz o Peter Zumthor y ha abarcado numerosos registros, desde equipamientos urbanos hasta arquitectura residencial pasando por los que se consideran sus edificios más emblemáticos:[3] museos y equipamientos culturales como el Museo del Vino de Peñafiel (Valladolid) o el Museo Etnográfico de Castilla y León en Zamora.Destacan, en este aspecto, diversos bares y locales comerciales en Valladolid o la serie de piscinas proyectadas para la Diputación vallisoletana en distintos pueblos de la provincia.Posteriormente llevó a cabo viviendas residenciales, tanto individuales como bloques y torres.Junto con la completa restauración del Teatro Zorrilla de Valladolid o el proyecto para el Centro de Interpretación[5] de los Castillos en Fuensaldaña o la Granja Escuela Jose Antonio, siempre en Valladolid, aparecen como denominadores comunes las intervenciones en edificios históricos y su conversión en equipamientos culturales, algo que logra mediante una delicada fusión entre el respeto por la memoria original de la estructura y la funcionalidad de la propuesta, usando elementos propios de la arquitectura contemporánea para lograr conjuntos armoniosos y equilibrados que respetan la estética del entorno.