El cronista deportivo argentino/mexicano Eduardo Lamazón considera a Durán como el mejor boxeador de la historia, en todos los pesos.
Según los registros dorados, sus dos únicas peleas como boxeador aficionado fueron ante su compatriota Jorge Maynard, al cual popularmente le conocían como El Mello.
El pleito coestelar fue un choque entre los panameños Ernesto «Ñato» Marcel y Encarnación «Machito» Guerrero.
pero hay algo que opaca esa victoria pues el boxeador centroamericano conectó golpes bajos y no fue penalizado por el referee.
Además de Esteban de Jesús, derrotó siendo campeón a Ishimatsu Suzuki, Héctor Thompson, Lou Bizarro, Jimmy Robertson, Saoul Mamby, Vilomar Fernández entre otros; solamente Edwin Viruet le llegó hasta el final en una pelea titular en juego en el peso ligero.
Algunos le hicieron buenas peleas, pero el panameño demostró tener un dominio total de sus oponentes en esa división.
En 1999, Associated Press clasificó a Roberto Durán con el número 7 en la lista de Los Mejores Boxeadores del Siglo XX, y le otorgan el 1.er lugar en Los Más Grandes Pesos Ligeros, superando en esa posición a otras leyendas consagradas de esa división, tales como Benny Leonard, Ike Williams, Joe Gans y Carlos Ortiz.
[5] En 1979 Durán abdica a sus títulos ligeros y en vez de hacer carrera en la división inmediata que era la superligera o 140 libras, opta por subir directamente a los wélter o 147 libras, obteniendo importantes victorias ante Adolfo Viruet (15-2-0), Monroe Brooks, (39-4-3) Jimmy Heair, (73-17-1) y el 20 de junio de 1980, tras derrotar previamente al excampeón mundial wélter, el mexicano Carlos Palomino, (27-2-3) gana el derecho a optar por la corona wélter retando a Sugar Ray Leonard, quien para esa época emergía como la principal figura boxística mundial con el retiro de Muhammad Ali.
[7] El título obtenido lo pierde meses más tarde ante el mismo Leonard por descalificación al abandonar en el octavo asalto.
Esta controvertida pelea fue bautizada por el cronista Howard Cossell como el «NO MÁS»; en ella se alegó que el panameño sufrió calambres a causa de una deshidratación por las libras que perdió para poder hacer el peso reglamentario en muy poco tiempo.
Su actuación ante Jimmy Batten, Cuevas, Minchillo y Moore le valieron ganar el «Regreso de Año» en 1983.
Con este triunfo, el panameño se convirtió en el primer boxeador hispanoamericano en ganar cuatro campeonatos mundiales en otras tantas divisiones.
En esta pelea Durán sacó lo mejor de sí en los últimos asaltos causándole cortaduras en el rostro a Leonard, y ocasionándole que fuera suturado con más de treinta puntos, pero esto no bastó para que los jueces le dieran ganador en este combate y declararon ganador a Leonard.
En esta pelea Joppy estuvo totalmente cómodo y el otrora poderoso pegador panameño estuvo siempre a su merced, por lo que el árbitro Joe Cortez detuvo las acciones para evitar que Durán fuera golpeado de más.